Este tipo de grasas son peligrosas, pues implican un factor de riesgo para desarrollar diversas enfermedades, entre ellas varios tipos de cáncer. Por eso aquí te damos algunos tips para reemplazarla y tener una dieta más saludable y con buen sabor.
Come más frutas y verduras
Se recomienda que en tu dieta haya cinco o más porciones de estos grupos alimenticios. Elije las que más te agraden y disfrútelas.
Prefiere pescado, pavo y pollo
Estas carnes de animales son más saludables que la carne roja. Además puedes cocinarlos de diversas formas y preparar una gran variedad de platillos en base a ellos.
Corta adecuadamente la carne roja y de cerdo
En las ocasiones que ingieras carne roja y cerdo, asegúrate de que los cortes sean más magros. Sobre todo fíjate en que se quite toda la grasa visible antes de empezar a cocinarlos.
Cocina y no reboces
A fin de que no surja la grasa saturada, es mejor que cocines los alimentos en el horno o a la parrilla en vez de freírlos. Así mismo no debes rebozar las carnes y verduras en pan rallado.
Usa la leche adecuada
Te sugerimos que escojas una leche total o parcialmente descremada en lugar de la entera. Igualmente es preferible el yogur natural descremado o una combinación de yogur con queso requesón parcialmente descremado u otro queso de bajo nivel de grasa.
Limita el consumo de cierto tipo de grasas
No ingieras, en la medida de lo posible, grasas hidrogenadas –como las de tipo vegetal y la manteca de cerdo- ni aquellas que provienen de origen animal –por ejemplo mantequilla-; en cambio usa aceite de oliva o de girasol.
Lee la información nutricional
Es importante que conozcas que contienen los productos que escoges. Algunos de los productos que no contienen grasa sí tienen niveles muy altos de hidratos de carbono, por ello pueden elevar los niveles de triglicéridos.
Compara el contenido graso
Hay productos que muchas veces se autoproclaman como light y simulan ser dietéticos o bajos en calorías, pero realmente no lo son. Asegúrate de que lo que dicen tenga validez científica.