Las toallas son grandes portadores de bacterias, por ello es esencial que las cambiemos regularmente.
Aunque no lo notemos, las toallas se ensucian. Y mucho. De hecho, al cabo de unos días, son el hogar perfecto para los microoorganismos, hongos y bacterias ya que tienen un ambiente ideal para su desarrollo: húmedo, con ph neutro y mucho alimento (células muertas de nuestro cuerpo).
Por ello, es importante que las cambiemos regularmente con el fin de impedir el crecimiento de estas bacterias. ¿Cada cuánto tiempo? Aunque los estudios varían, se recomienda que se laven después de tres usos o una vez a la semana, mínimo.
Otros cuidados que podemos tener con las toallas es extenderlas luego de usarlas- para que se sequen por completo-, no compartirlas con personas desconocidas y lavarlas muy bien con la ayuda de algún producto desinfectante.
