No hay por qué avergonzarse, al contrario, podrías alardear de ello.
Dirías la verdad o mentirías si te preguntan: ¿babeas cuando duermes? Lo más común es que la respuesta sea que no, porque para algunos es bochornoso que lo imaginen en esa situación. Sin embargo, babear no es algo para avergonzarse -al contrario- podrías alardear de ello.
Los adultos babean cuando llegan al sueño profundo y reparador, es decir, la fase REM (Rapid Eye Movements o en español Movimientos Oculares Rápidos). "El adulto se desconecta completamente, donde sus funciones cerebrales se apagan para lograr un descanso y reparación; se deja de deglutir y pasar saliva, entonces se comienza a eliminar saliva para afuera y se da el famoso babeo del sueño muy profundo", explica el médico Jorge Abel Salinas.
Babear es un buen signo
Entonces, si te quedas dormido y babeas, estás logrando calidad de sueño, algo que es muy positivo para la salud.
"Uno no debe avergonzarse de babear, porque es un hecho natural. Simplemente hay que estar seguros de que estamos respirando correctamente y que no ocurre una apnea del sueño (interrupción de la respiración)", señala Salinas.
Es importante cuidar la higiene del sueño, programando bien nuestro horario para dormir, dándole el tiempo necesario. El objetivo es lograr que el sueño sea reparador para que nuestras neuronas se recuperen.
El especialista en pediatría anota que en el caso de los niños, el babear es algo muy natural y corresponde a una etapa del desarrollo psicomotor. Se trata de la llamada fase oral. "A partir 3 a 4 meses todos los niños babean, juegan con su saliva, hacen globitos y emiten sonidos guturales. Dura hasta por lo menos los 2 años de edad, es habitual, normal y no significa ningún riesgo ni peligro".
De otro lado, dice Salinas, la baba puede producirse cuando hay una infección en la garganta, en la cavidad oral o por una estomatitis (inflamación de la mucosa bucal), pero solo ocurre por un corto periodo de tiempo.