lunes, 7 de agosto de 2017

Comer pescado protege tu corazón y tu cerebro

La evidencia científica ha demostrado que el pescado es un alimento altamente recomendado por ser fuente de proteínas, minerales y vitaminas.


El pescado, de entre todas las especies marinas del Perú, destaca por su alto aporte nutricional y por ser un alimento que puede aprovecharse en todas las etapas de la vida. 

Beneficios a la salud

La evidencia científica ha demostrado que el pescado es un alimento altamente recomendado por ser fuente de proteínas de alta calidad, minerales y vitaminas necesarios para el ser humano.

Cuida el cerebro. "Se ha observado que las personas que consumen del tipo graso dos veces por semana tienen menor posibilidad de desarrollar Alzheimer; además, el omega 3 tiene un efecto preventivo frente a la depresión y ayuda a controlar los niveles de colesterol malo en sangre", destaca la nutricionista Sara Abu Sabbah.

Protege el corazón. Gracias a su alto contenido de omega 3, un ácido graso esencial para la salud y que el organismo no produce por sí solo. "El pescado tiene una muy buena cantidad de aceites omega, y eso nos ayuda a protegernos de enfermedades cardiovasculares", dice Saby Mauricio, decana nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú.   



Lo mejor en opciones y porciones

De acuerdo a Abu Sabbah, los peces de mayor tamaño tienen más posibilidad de concentrar mercurio. Por eso, lo recomendable -sobretodo en mujeres en edad fértil, gestantes, lactantes y niños- es consumir especies pequeñas como la anchoveta, la sardina, el pejerrey y el jurel, ya que tienen menor posibilidad de contener mercurio.

"La cantidad de pescado recomendable para la población adulta en general -incluido las mujeres en edad fértil- es de 2 a 3 porciones semanales de pescado, considerando que sola equivale 120 gramos. En el caso de los niños de entre 4 a 7 años se aconseja incluir pescado 1 a 2 veces semanales y su tamaño de porción es 60 gramos".

Come con seguridad 

Un pescado en buenas condiciones evitará el riesgo de tener una infección estomacal o una intoxicación alimentaria; dos dolencias diferentes, pero con síntomas similares (náuseas, vómitos, fiebre, dolor de estómago, escalofríos o diarrea). 

Las condiciones en que se manejó el pescado, deben ser las adecuadas. Es decir, no debió faltar la cadena de frío y tuvo que haber condiciones higiénicas en su manipulación.