Las fórmulas para niños están hechas a base de leche modificada de vaca y también tienen una regulación en cuanto a ingredientes y etiquetado.
La base de un buen desarrollo adulto parte de la nutrición en la infancia, es ahí donde la leche materna debe ser irreemplazable hasta los seis meses de vida y mejor aún si se mantiene en la alimentación del niño hasta los dos años de edad. Sin embargo, si la madre -por una condición excepcional- no puede dar de lactar a su hijo, puede optar de las fórmulas infantiles, siempre que sean prescritas por el médico pediatra.
Estos sucedáneos de la leche materna están hechos a base de leche modificada de vaca, porque debe ser adaptada al consumo humano. "La leche de vaca tiene una proteína que es de muy difícil digestión, tiene un exceso de grasas y una grasa saturada que no es útil para el humano, tiene poco hierro y calcio; los terneros la toleran porque tienen cuatro estómagos. La leche materna sí es para bebés", explica Jorge Abel Salinas, presidente de la Sociedad Peruana de Pediatría.
Entonces, en el supuesto de que la madre no pueda dar el pecho a su bebé, el médico pediatra decidirá la fórmula que sustituirá la leche materna, en función de sus componentes y las características del niño.
INGREDIENTES DE LA FÓRMULA
Proteínas. En lugar del predominio de la caseína, que es de difícil digestión, predomina la glactoglobulina, que es más digerible. Se mantiene el suero de la leche.
Grasas. Se le adicionan las del tipo poliinsaturadas, que son de fácil digestión, incluidos el omega 3 y el omega 6, importantes para el desarrollo neurológico.
Vitaminas. Las del tipo A, C, E, ácido fólico, tiamina (vitamina B1), riboflavina (vitamina B2), niacina (vitamina B3), biotina y ácido pantoténico (ayudan al crecimiento y metabolizan los alimentos.
Minerales. Principalmente contiene calcio, potasio, fósforo, hierro y zinc, con una adición de hierro porque la leche de vaca tiene baja concentración de este nutriente.
TIPOS
"A partir de los seis meses de edad, la alimentación con sólidos (papillas) debe ser progresiva, disminuyendo la ración de leche", aclara Jorge Abel Salinas, jefe de Pediatría de la Clínica Internacional.
Tipo 1 de primera etapa. Aquella fórmula que puede ser consumida por un recién nacido hasta los seis meses de edad, sí y solo sí la madre no puede dar de lactar.
Tipo 2 de segunda etapa. Se puede utilizar hasta los 12 meses de vida.
Tipo 3 o de crecimiento. Conviene a partir del año de edad, pues los requerimientos del niño son mayores y es necesario que se complemente con alimentos sólidos.
La diferencia entre estas tres alternativas es la cantidad de proteínas y calorías.
EL ETIQUETADO
El detalle debe estar en idioma español y consignar la siguiente información, de acuerdo al Reglamento de Alimentación Infantil (Decreto Supremo N° 009-2006-SA):
1. Nombre comercial del producto.
2. Declaración de los ingredientes y/o aditivos.
3. Composición nutricional del producto, incluyendo el origen de las proteínas, grasas y otros. Si el producto contiene menos de 1 miligramo de hierro por 100 kilocalorías deberá consignar una declaración visible “requiere hierro adicional”.
4. Condiciones requeridas para su conservación.
5. Código o clave de lote y fecha de expiración o vencimiento.
6. Instrucciones sobre la preparación, medidas higiénicas y el grupo de edad para el cual está indicado su uso.
7. Una inscripción visible y legible, impresa en el área cercana al nombre del producto que consigne: AVISO IMPORTANTE: “LA LECHE MATERNA ES EL MEJOR ALIMENTO PARA EL LACTANTE”.
8. Número del registro sanitario.
9. Nombre y dirección del fabricante. En el caso de productos importados irá el nombre, razón social y dirección del importador, lo que podrá figurar en una etiqueta adicional.