Aunque la tecnología ha permitido que muchos de estos productos no tengan efectos secundarios, no está de más recordar que todo en exceso es malo.
El maquillaje es uno de los productos de belleza más populares entre las mujeres. Y pese a sus componentes químicos, la tecnología ha permitido que muchos de estos no tengan efectos nocivos para la piel. Es así que es posible encontrar artículos antialérgicos, protectores, humectantes, entre otros.
Pero como todo en exceso es malo, su uso constante, excesivo y sin cuidados puede traer consecuencias perjudiciales para la salud. La mayoría de estos efectos se pueden ver a largo plazo. Y el hecho de que el maquillaje cubra las imperfecciones hace precisamente que los daños no se vean hasta que duelen y saltan a la vista.
Según la dermatóloga de EsSalud, Giuliana Nieto, los órganos más afectados por el exceso de maquillaje suelen ser los ojos. Al ser tan delicados, el uso de rímel en exceso, por ejemplo, puede producir conjuntivitis, irritaciones, entre otros problemas. Sucede también que el maquillaje de los ojos es más difícil de quitar y es normal que queden residuos, lo que puede afectar poco a poco la visibilidad. “La peor parte se le llevan las que usan lentes de contacto, porque están más propensas a sufrir de ojo seco e infecciones”, dice.
La especialista menciona que, en cuanto a la piel, los daños incluyen hipersensibilidad, acné y dermatitis. Además, el exceso de maquillaje tapa los poros, lo que puede ocasionar arrugas prematuras y puntos negros.
Pero existen daños más significativos, como la llegada temprana de la menopausia. Según estudios de la Universidad de Washington, las mujeres que utilizan productos cosméticos con grandes cantidades de químicos tienen una tendencia a experimentar su menopausia dos años antes que el promedio.
Como ven, el exceso de maquillaje es un asunto mucho más serio de lo que parece. Por eso, es importante retirarlo completamente por la noche y de preferencia, usar cosméticos que garanticen ser antialérgicos.