Es probable que pases menos de un minuto en este artículo antes de irte a la próxima página que llame tu atención, y todo mientras haces otra actividad. Hoy en día la cantidad de estímulos que recibimos gracias a Internet hace que nos dediquemos a distintas tareas a la misma vez, como mirar la TV y usar el celular.
Ya es un acto tan común que tiene un término en inglés: second screen (segunda pantalla). Podrías pensar que esa capacidad de hacer varias tareas a la vez es un talento, pero en realidad está afectando tu cerebro de formas que no habías considerado antes.
Internet nos ha dado acceso a una infinidad de conocimiento, pero la capacidad de concentración de una persona se reduce dramáticamente como consecuencia. Solo piensa en los videos que publican en las redes sociales que muestran resúmenes de las noticias, las personas prefieren consumir información en pocos minutos antes de irse a la próxima página y no es solo porque no se hayan interesado lo suficiente, es porque la tecnología cambió la forma en la que el cerebro de las personas absorben y procesan la información.
Como peces dorados
Durante un tiempo el mito de que las personas tenían la capacidad de concentrarse por menos tiempo que un pez dorado se volvió muy popular. Decían que el período en el que una persona se podía enfocar en una tarea era de ocho segundos, mientras que la de un pez era de nueve.
Si bien no es cierto que la tecnología haya tenido un impacto tan fuerte, la realidad es que sí ha cambiado los hábitos a la hora de leer y retener información. Según un estudio de 2005, la forma en la que las personas leen en Internet «se caracteriza por más tiempo dedicado en buscar y escanear (leer por arriba), buscar palabras clave, leer una sola vez, leer de forma no lineal y leer de forma más selectiva, mientras pasan menos tiempo leyendo en profundidad y con concentración».
Por otro lado, un estudio realizado en Finlandia también reveló que las personas que están pendientes de varios dispositivos a la vez, como la computadora y el celular, por ejemplo, se distraen más fácilmente que los que usan solo uno.
Sin embargo, según una entrevista de Tonic con Lee Hadlington, profesor de la Universidad De Montfort University en Gran Bretaña, todo eso puede ser una simple correlación y no una causalidad. Puede ser que las personas que usan mucho Internet ya tengan poca capacidad de concentración, pero de acuerdo con Hadlington: «no tenemos el poder de decir que el Internet realmente causa poco control de la atención, solo sabemos que hay un vínculo ahí en alguna parte».
Sin embargo, hay otros estudios que sugieren lo mismo. Una investigación publicada en Plos One reveló que atender varios dispositivos a la vez está relacionado con la reducción de la densidad de materia gris en un área del cerebro llamada la corteza cingular posterior; y que maneja la atención y el procesamiento de la información. Según Kep Kee Loh, coautor del estudio, los descubrimientos también muestran una correlación y no una verdad indiscutible, pero el cerebro humano es plástico y puede cambiar según sus hábitos.
¿Hay algo que puedas hacer?
No tienes por qué abandonar las redes sociales ni irte a vivir a una granja alejado de la tecnología, simplemente con hacer algunos cambios en tu rutina puede ser suficiente para hacer que tu cerebro vuelva a la normalidad.
El cerebro es como un músculo y lo puedes entrenar para mejorar tu capacidad de concentración. Técnicas como la meditación y el mindfulness, que fomentan la introspección y pensar con más profundidad, pueden revertir el daño que Internet puede estar haciendo al cerebro, según un estudio publicado en The Journal of Neuroscience.