La celulitis es uno de los problemas que más nos molestan a las mujeres, a pesar de que tenerla es de lo más normal. Sin embargo, existe un tipo de celulitis denominada infecciosa, que sí debería preocuparnos. No, por una cuestión estética ni superficial sino para cuidar nuestra propia salud.
Celulitis infecciosa: ¿qué es?
Esta afección no tiene nada que ver con la celulitis que conocemos y que se manifiesta como «piel de naranja». Según explica Mayo Clinic, este tipo de infección que comienza en una parte específica de la piel, puede terminar propagándose por todo el cuerpo. A menudo, las piernas y los pies suelen ser la áreas más propensas a sufrir celulitis infecciosa, aunque también puede aparecer en la cara o en los brazos.
Es producida por el ingreso al organismo de un agente bacteriano que comienza afectando varias capas de la piel e incluso podría llegar hasta los ganglios linfáticos y al torrente sanguíneo.
La bacteria se contagia cuando estamos en contacto con una persona que porta la enfermedad y entra al cuerpo a través de lastimaduras o heridas.
Síntomas de la celulitis infecciosa
Hay todo tipo de manifestaciones indicativas de la presencia de este tipo de infección. Sin embargo, los principales síntomas y a los que deberías prestar especial atención son los siguientes:
- Área rojiza de la piel que tiende a expandirse
- Hinchazón
- Sensibilidad
- Fiebre y escalofríos
- Manchas rojas y erupción cutánea
- Ampollas
- Ganglios linfáticos inflamados
- Calor en el área afectada
¿Cómo prevenir la celulitis infecciosa?
Mayo Clinic, explica que debes cuidar sobre todo tus manos y tus pies de posibles cortes o heridas. Lávalos con frecuencia y corta las uñas con cuidado.
Si el dolor es demasiado fuerte, debes acudir urgentemente a un médico para que te especifique un tratamiento que evite la propagación de la celulitis infecciosa en el resto del cuerpo y para que el cuadro no sea más grave.
