En el Día del Libro, que celebramos este 23 de abril, compartimos un estudio científico que afirma que es posible entrenar nuestro cerebro al leer un libro.
Leer es una actividad beneficiosa para nuestro desarrollo físico y cognitivo. Ya sea en papel o en medios electrónicos, leer debe ser un hábito constante. Sin embargo, la duda entre escoger o no un libro de papel es aún una discusión entre los amantes de los libros. Según la ciencia, es posible entrenar nuestro cerebro por medio de la lectura al igual que otras partes del cuerpo, mediante algunos ejercicios. La cantidad de actividades cognitivas es amplia, pero no todos tienen la misma eficacia. En los intentos por darle solución a esta interrogante, un estudio de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore en Estados Unidos descubrió que leer es el ejercicio mental más efectivo para sacarle el máximo provecho a nuestro cerebro y mejorar- con esta actividad- la memoria en un 30%.
“La gente dice que el entrenamiento cognitivo no funciona. Nosotros mostramos que el problema es que tipo de ejercicios se realizan”, comentó Kara J. Blacker, líder del estudio.
La neuróloga de Solidaridad Salud, Jaqueline Cortez Escalante explica que para potenciar nuestro cerebro debemos procurar realizar una mayor variedad de actividades cognitivas. “Las actividades a realizar dependen de nuestro grado de instrucción; las personas que sepan leer tratar de leer la mayor cantidad de publicaciones y libros. Cuánto más leamos, más cultos seamos, incrementamos nuestra reserva cognitiva”, comenta.
La psicóloga Liliana Tuñoque comenta que la hora para leer depende de cada persona y está directamente relacionada a la curva de vigilia. Según explica la especialista, en la mayoría de los casos los horarios nocturnos llevan al cuerpo a prepararse para dormir.
“Eso depende de cada persona y del momento en que tenga disposición para leer, del momento propicio. Hay personas que leen en la mañana o en la noche, pero sí es necesario evitar ciertos horarios, como el de la siesta, de 1 a 3 de tarde y horarios a partir de las 10 de la noche, aunque en algunos casos puede variar”, dice.
La especialista recomienda que para leer satisfactoriamente y no dormir en el intento consideremos los siguientes factores:
- Posición: Estar cómodos es la clave. Elija una silla ergonómica, que se adecúe a su cuerpo y posicione el libro en un ángulo de 45 grados reposándolo sobre una mesa. Evite leer en la cama, pues su cerebro asociará el lugar con la hora de sueño.
- Iluminación: Un lugar de luz tenue no es ideal. Luz natural o clara y equilibrada ayudará a concentrarse mejor en el texto.
- Descanso: Si sufre de episodios repentinos de sueño, elija descansos determinados. La especialista recomienda leer 25 minutos y repose, cinco. Tener respiros en medio de la lectura lo ayudará a concentrarse y sacarle un mayor provecho a su texto.
- Sonido: Leer escuchando música puede ser una buena idea para su lectura. Tuñoque recomienda que elija una melodía sin voz y de sonidos de viento en su preferencia. El jazz es el género musical ideal.
- Motivación. Elija una temática de su interés, eso ayudará a mantenerlo atento a la trama y evitará que duerma durante la lectura. Si no sabe por cuál libro comenzar, los clásicos de la literatura como La Odisea, El Principito y Tom Sawyer, son una buena opción.