Existen algunos alimentos, como la avena, y algunas frutas que nos hacen sentir llenos rápidamente. Mientras que otros, como el arroz blanco y las galletitas nos dan incluso más ganas de seguir comiendo. Pues un estudio ha revelado cuáles son aquellos que nos hacen sentir más satisfechos y que a su vez nos brindan toda su energía.
Los niveles de saciedad
Un grupo de investigadores de la Universidad de Sidney comparó distintos tipos de alimentos para obtener un índice de saciedad. Este índice de saciedad se mide de acuerdo a cuán llena se siente la persona luego de consumir 240 calorías de un alimento y cuánto tiempo tarda en volver a sentir hambre.
También se tuvo en cuenta el índice de glicemia que marca la cantidad de azúcar en sangre. Se lo incorporó a la investigación porque algunos alimentos generan picos de azúcar mientras que otros mantienen los niveles estables.
Los resultados
De acuerdo con el estudio, el pan fabricado con harinas refinadas es uno de los alimentos que menos saciedad genera. También se demostró que los productos de panadería como los bollos, tortas y bizcochos producen un índice de saciedad muy bajo comparativamente con las frutas.
Sin embargo, se observó que algunas frutas, como la banana, aportan nutrientes pero producen el mismo pico de azúcar (y la consecuente disminución abrupta) que las galletitas industriales y que las papas fritas. Por otra parte, se reafirmó la teoría de que las pastas integrales generan mayor saciedad que las fabricadas con harinas refinadas.
Los snacks son claves
Muchos nutricionistas recomiendan consumir snacks entre comidas para no llegar al momento del almuerzo o la cena con demasiada hambre (y comer en exceso). Con los datos recogidos en esta investigación, los autores del estudio también consideran clave optar por los snacks adecuados. Por ejemplo, consumir naranjas o manzanas en vez de bananas o ingerir huevos o cereales integrales en vez de comer cereales azucarados.
Resulta bien interesante tener en cuenta estos datos, sobre todo si buscamos tener equilibrados nuestros niveles de azúcar en sangre y, por ende, no experimentar bajones o picos de energía demasiado bruscos. También resultan útiles para saber reconocer aquellos alimentos que de repente no aportan saciedad para poder cambiarlos por otros.
