En 30 años de investigación, la ciencia ha logrado simplificar el tratamiento con antirretrovirales.
El VIH o Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida ya no es una sentencia de muerte. Luego de 30 años de estudio, la ciencia desarrolló los medicamentos que pueden controlar el avance de esta enfermedad, cuya principal forma de contagio es la vía sexual.
Un paciente seropositivo puede tener la expectativa de vida de una persona que goza de buena salud. Del año 2000 al 2013, las muertes por VIH en el Perú se han reducido en 46 %, según el Ministerio de Salud (Minsa).
Las cifras oficiales reportan que alrededor de 70 mil peruanos viven con VIH y cerca de 50 mil reciben un tratamiento antirretroviral gratuito.
¿En qué consiste?
El tratamiento no es doloroso y es una medicación eficaz que reduce la posibilidad de contagio. “Una sola pastilla al día puede controlar la infección y esta medicación es dada de manera gratuita en todos los establecimientos del Minsa a nivel nacional. Como se trata de una enfermedad crónica, cada tres meses la persona puede ir al establecimiento, recoger sus pastillas, reportar si tiene algún malestar y luego regresar en los próximos tres meses”, explica Patricia Segura, directora ejecutiva de la Dirección de Prevención y Control de VIH, Enfermedades de Transmisión Sexual y Hepatitis.
Convivir con el VIH
El actor y conductor de televisión Ernesto Pimentel, convive con la enfermedad desde hace 26 años. Él ha contado que cuando supo que estaba infectado tenía 21, ese día pensó en comprar un ataúd, pero mucho tiempo ha pasado y sigue en pie, dando vida a un personaje entrañable como la Chola Chabuca.
Por experiencia propia, sabe que vivir responsablemente permite el éxito del tratamiento. “Una persona que se droga, que toma alcohol y no es constante en sus tiempos, no va a tener la posibilidad de tomar sus medicamentos. Se debe ser constante con el tratamiento, como con cualquier otra enfermedad, como la diabetes o la hipertensión”.
Pimentel, quien es un vocero de la lucha contra el VIH/Sida, aclara que prevenir la transmisión de la infección va más allá de ‘condonizar’ el mensaje. “No hay que dejar de lado temas tan importantes como los valores, el retraso de la actividad sexual, la fidelidad mutua; y si decidimos tener una vida sexual activa, protegernos con el preservativo”.
VIH es diferente a Sida
Raúl González, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sostiene que el objetivo es evitar que los pacientes con VIH lleguen a la fase Sida, el nivel más crítico de la enfermedad.
“Ningún paciente con VIH debería llegar a ser un paciente con Sida, que es cuando la persona tiene las defensas están alteradas, sufre infecciones de repetición y tiene un riesgo importante para su vida”, comenta el vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Latinoamérica.
La detección oportuna es vital, la prueba rápida apenas requiere una gota de sangre y toma máximo unos 20 minutos. Una alimentación saludable, ejercitarse y tener relaciones sexuales seguras nos protegen contra una enfermedad que no debe ser un estigma social.