La toalla no debe quedarse en un lugar oscuro y húmedo como un cuarto de baño. Hay una exposición a hongos y bacterias que podemos evitar.
Quien diría que podríamos estar más a salvo, si utilizamos la toalla de un hotel a esa que tenemos colgada dentro de nuestro baño, en un ambiente húmedo que solo propicia la formación de hongos. La contaminación por bacterias también es otra posibilidad.
"Se sugiere cambiar de toalla cada vez que nos bañamos o mantenerla máximo dos días, sacarla al tendal y exponerla al sol, porque la radiación evita que crezca cualquier germen en la superficie, sobre todo, hongos y bacterias", explica la dermatóloga de EsSalud Giuliana Nieto.
La especialista señala que el clima húmedo de ciudades como Lima o en la selva del país hace más probable la aparición de hongos, que se ven como puntos negros pequeños, y que en toallas de color oscuro pasarían desapercibidos.
Secarnos con una toalla en estas condiciones genera placas blancas redondeadas en la piel, con bordes escamosos que pican. "Generalmente salen en la espalda y en el pecho, el llamado pitiriasis versicolor, el hongo más frecuente por la humedad. También está la tiña de los pies, que se presenta con una maceración entre los dedos, enrojecimiento, escamas y picazón".
Entonces, es recomendable poner a secar la toalla al sol, no dejarla en un lugar húmedo y oscuro como un cuarto de baño. Además, utilizar una toalla para el cuerpo, otra para los genitales, otra para los pies y otra para el rostro.
Las toallas también portan microbios, algunos relacionados con la propagación de infecciones. Por ejemplo, según recoge El País de España, el microbiólogo de la Universidad de Arizona Charles Gerba y su equipo encontraron que el 90 % de las toallas de baño albergan bacterias coliformes (indicadores de la contaminación del agua y de los alimentos) y el 14 % tenía E. coli. (bacterias presentes en el intestino del ser humano).
"Todos lo tenemos E. coli en el intestino y no pasa enfermedad, pero si llega a las vías urinarias nos produce una infección a ese nivel", explica el médico infectólogo peruano Eduardo Gotuzzo.
Los estafilococos son otros gérmenes que pueden ser inofensivos, salvo que exista una lesión en piel o nos rasquemos. "En algunos casos pueden llegar hasta los huesos o pulmones, produciendo una neumonía severa", señala Gotuzzo.
Tengamos en cuenta que jalar la palanca del wáter con la tapa levantada, implica estar expuestos a bacterias fecales que se elevan hasta una altura de 2 metros. La toalla no queda libre. "Después de dos días, si se seca la cara con la toalla de manos, probablemente se esté llevando más E. coli a la cara que si metiera la cabeza directamente en agua del inodoro”, concluye Gerba.