Los anticonceptivos orales permiten prevenir embarazos no deseados y tratar diversos problemas ginecológicos; sin embargo, las mujeres que practican deporte constantemente encuentran en ellos un peligro . Aquí te contamos por qué y cómo.
Si una mujer desea mantenerse saludable, entre las diversas recomendaciones de los especialistas está el hacer ejercicio e ir al gimnasio. Hay quienes lo practican para disminuir el peso, aumentar la masa muscular o para ser deportistas de alto rendimiento; sin embargo, en algunos casos, ellas permiten el ingreso a su organismo de un enemigo encubierto y, muchas veces, recetado para problemas ginecológicos: las famosas píldoras anticonceptivas.
También llamadas anticonceptivos orales o píldoras hormonales, son recetadas a adolescentes y jóvenes como tratamiento para períodos irregulares o ausentes, para dolores menstruales, acné, endometriosis, y para el Síndrome de Ovario Poliquístico. Sin bien ayudan a aliviar estos problemas, son al mismo tiempo causantes del bajo rendimiento, pérdida de fuerza o poco aumento de músculo tras el deporte.
“Las personas creen que si los deportistas varones utilizan testosterona o anabólicos van a tener mejor respuesta en el deporte, pero en las mujeres es al revés con las pastillas anticonceptivas pues los estrógenos producen disminución de masa muscular. Desde hace años se estudia y se sabe que una atleta que las consume va a tener menor rendimiento que una que no. Las hormonas femeninas tienen impacto directo en el músculo esquelético y producen riesgo de lesiones articulares, disminución del sistema músculo-esquelético, problemas en las rodillas, coordinación neuromuscular, postura, entre otros”, explica Carlos Zúñiga, ginecólogo y embajador de Reebok.
Además, los anticonceptivos orales con estrógenos pueden causar un ligero incremento en el riesgo de desarrollar coágulos o trombos en las piernas.
“Las hormonas tienden a provocar más riesgos de generar coágulos y trombos en la sangre, afectan a la lasitud, si ella no tiene buena coagulación se pueden producir embolias, derrames cerebrales y es que afecta directamente la distribución de la sangre. A esto se agrega que te generan poca fuerza, aparición de várices en las piernas y con el paso de los años molestias muy variadas como dolor de cabeza, mareos, náuseas, entre otros. Para identificar problemas, una mujer deportista que consuma las pastillas debe estar en comunicación constante con su ginecólogo”, agregó el especialista.
¿Qué hacer si se practica deporte de alto rendimiento?
Las píldoras anticonceptivas modifican los perfiles hormonales y dificultan la formación de masa muscular de las mujeres que las toman y así lo demuestran diversos estudios. Por ello, muchas deportistas optan por métodos anticonceptivos no hormonales.
“En la federación y Comité Olímpico se les recomienda que usen preservativo o dispositivo intrauterino. Para una atleta de alto rendimiento sería una mala idea usarlas. No es beneficioso para nada, al contrario, resultan contraproducente para el deporte”, agregó Carlos Zúñiga.