Es natural que durante toda la vida y principalmente en el período fértil la mujer tenga secreciones vaginales. Están constituidas por bacterias y células muertas derivadas de la degradación natural del medio vaginal y son responsables de la autorregulación del área. De acuerdo con la ginecóloga y obstetra Flávia Fairbanks, durante cada período del ciclo menstrual su aspecto cambia. Para evitar que la secreción natural se confunda con los síntomas de ciertas enfermedades ginecológicas, aprende cómo identificar cada una de ellas.
Cómo son las secreciones vaginales normales
Posmenstruación
Después de la menstruación, es natural que la vagina elimine pocas secreciones. «En esos días la ropa interior queda prácticamente seca», cuenta la doctora.
Ovulación
Con el paso de los días y la aproximación de la fecha de la ovulación la secreción tiende a aumentar. «Cerca de la ovulación es natural que la secreción sea más húmeda y fluida. Lo que nos indica que esto ocurre es la secreción semejante a la clara de huevo formada por el moco de la ovulación», explica.
Posovulación
Después del período de ovulación, la secreción continúa saliendo, pero con otro aspecto. «En ese período todavía hay bastante flujo, pero es más pastoso y con grumos», ejemplifica.
Menstruación
Al final del ciclo, es decir, en las fechas que se aproximan a la próxima menstruación, la tendencia es que la secreción se vuelva más líquida y fluida.
Secreciones que merecen atención
Sin embargo, aunque es natural que la vagina elimine secreciones durante el ciclo, Flávia alerta sobre dos tipos que pueden indicar enfermedades: aquellas secreciones más amarillentas o verdosas.
Además, llama la atención sobre los síntomas asociados. «El malestar en las relaciones sexuales o para orinar, olor fuerte y colores amarillentos o verdosos pueden ser signos de alguna enfermedad, y en estos casos el mejor camino es buscar un especialista para indicar el tratamiento adecuado», orienta.