Durante este cambio de estación, se incrementa el riesgo de mordedura de araña casera. Especialistas comentan cómo actuar frente a una mordedura.
La ropa de abrigo y frazadas que se han tenido guardadas por meses en el ropero o closet constituyen un buen refugio para las arañas caseras; al sacarlas por el cambio de estación se incrementa el riesgo de mordedura.
El médico Infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa), Fernando Donaires, advirtió sobre la peligrosidad de la mordedura de esta araña y recomendó acudir de inmediato al establecimiento de salud más cercano, a fin de recibir el tratamiento necesario.
El especialista indicó que en caso de mordedura se debe inmovilizar la parte afectada porque mientras más se mueva, la toxina va corriendo por el cuerpo. No se debe manipular ni succionar el veneno, ni echar ningún líquido sobre la mordedura. Se recomienda solo lavar con agua y jabón.
El Ministerio de Salud a través del Instituto Nacional de Salud produce el suero antiloxoscélico monovalente en solución inyectable, antídoto contra la mordedura de arañas. Este suero se encuentra en todos los hospitales del Ministerio de Salud a disposición de la población afectada.
Los síntomas en la primera hora tras la mordedura son dolor e inflamación en la zona; conforme pasan las horas se incrementa el dolor y la piel lesionada se puede tornar de color violáceo con pequeñas ampollas. En algunos casos se presenta malestar, sensación de fiebre, erupción cutánea (como alergia o intoxicación), dolor de cabeza y náuseas.
El veneno es complejo y hay personas que pueden tener reacciones que afecten distintos órganos, como riñones y posteriormente podría producir la muerte por insuficiencia renal aguda y falla multiorgánica. La toxina podría ser más agresivo en niños y adultos mayores pues tienen el sistema inmune más vulnerable. En caso de mordedura deben ser trasladados de forma inmediata al hospital.
Para prevenir estos accidentes se recomienda sacudir la ropa y frazadas y revisar los zapatos antes de usarlos; limpiar a profundidad la casa, cada dos meses, utilizando guantes gruesos y plumeros para limpiar debajo de los muebles y camas, detrás de las cortinas, cuadros, roperos, libros, depósitos de periódicos, entre otros lugares oscuros y cálidos donde se esconden estas arañas. Asimismo, se debe evitar almacenar libros y cajas.