Algo tan común como comerse las uñas, además de ser un hábito que genera un aspecto desagradable en las manos (o pies) de las personas, puede ser sumamente peligroso, al punto de llegar a provocar la muerte.
Parece un poco exagerado, pero es así: a través de una infección bacteriana en el área de los dedos lastimados (producto de haberse comido las uñas) se puede contraer sepsis, una enfermedad mortal. Incluso en mayo de 2018, recorrió el mundo entero el caso del británico Luke Hanoman de 28 años que casi se muere por haber contraído la infección por haber comido sus uñas.
¿Qué es la sepsis?
La sepsis ocurre cuando el cuerpo reacciona a una infección y ataca a los órganos y tejidos, razón por la que es una enfermedad sumamente peligrosa y que cada año ocasiona 6 millones de muertes en el mundo, según la OMS.
Cualquiera puede contraer la enfermedad, pero lo más común es que se desarrolle en personas que se han sometido recientemente a una cirugía, que tengan sus sistemas inmunológicos débiles, que tengan un catéter urinario, que sean pacientes con quimioterapia o, como explicamos anteriormente, que se coman las uñas.
Síntomas de la sepsis
- fiebre
- escalofríos
- respiración rápida
- ritmo cardíaco acelerado
- sarpullido
- desorientación
Diagnóstico y tratamiento de sepsis
Para diagnosticar la enfermedad, es necesario realizar un análisis de sangre para ver si el número de células blancas es anormal, así como diversas pruebas de laboratorio para comprobar si hay infección. Si el resultado es positivo, debe tratarse de manera urgente en la unidad de cuidados intensivos, donde los profesionales tratarán de curar la infección mediante antibióticos líquidos por vía intravenosa. A veces, incluso se necesita cirugía para curar la infección.
Para la OMS, la evolución de una infección a la sepsis se puede prevenir a través de la detección temprana de los síntomas, seguida de una atención médica inmediata, pero sobre todo, lavando las manos adecuadamente y manteniendo una buena práctica de higiene.