Especialistas recomiendan que este alimento se cocine al vapor. De esta manera se eleva su aporte de Omega 3, vitaminas y proteínas en niños y adolescentes.
Comer pescado durante Semana Santa es una de las tradiciones católicas con más seguidores. Es así que este alimento, el cual aporta nutrientes importantes en nuestra dieta diaria, ve incrementado su consumo durante Jueves y Viernes Santo.
El pescado es, por su alto contenido de colágeno, vitamina D y múltiples minerales, beneficioso para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Consumirlo durante todo el año es clave y no debe restringirse solo a una festividad religiosa, comenta Lorena Romero, nutricionista de la Sociedad Nacional de Pesquería.
“La principal ventaja del pescado frente a otras carnes es que tiene gran cantidad de Omega 3, que es un ácido graso importantísimo para muchas funciones: a nivel cerebral y nervioso, o para evitar inflamaciones”, afirma.
El pescado no solo es nutritivo sino que es de fácil acceso para los peruanos. Su precio varía entre 5 y 15 soles el kilo dependiendo de la especie y establecimiento donde se compre. Los peces de piel oscura son los más nutritivos: bonito, caballa, jurel y atún.
“La preparación al vapor con verduras es una de las opciones más saludables. Busquemos todas las opciones que se puedan preparar pero evitemos que sea frito, pues se pierden casi el 40% de los nutrientes”, sostiene Romero.
Los beneficios de comer pescado son muchos: mejora la calidad del sueño, facilita el aprendizaje, incrementa la memoria y favorece la plasticidad neuronal. Los niños y adolescentes son los más beneficiados con su consumo.
"Los investigadores concluyen que, por su alto contenido en ácidos grasos omega -3, el consumo de pescado es recomendable para la salud de los niños, y sugieren que los padres incluyan pescado desde los 10 meses de edad, para acostumbrarlos al sabor y olor de la carne", comenta Elmer Huerta.
La ingesta de pescado contribuye a la salud durante el embarazo, se asocia con mejores resultados del desarrollo neurológico en bebés y niños pequeños, mejora el rendimiento académico en adolescentes, y reduce el deterioro cognitivo y la demencia en personas mayores.
¿Cómo saber que el pescado que compro es fresco?
Las primeras señales para verificar si el pescado que consumimos es fresco son el olor a mar y los ojos brillosos. El músculo del animal marítimo debe ser firme y con una piel lustrosa. Por otro lado, las agallas del pescado deben tener un color rojo.
Para conservar adecuadamente el pescado se debe cuidar la cadena de frio: cree una especie de plataforma con hielo en escarcha y colóquelo sobre ella. Para reducir el olor puede incluir ramas de perejil.