La pulpa de la sandía es rica en licopeno. Esta sustancia funciona en el organismo como antioxidante.
Nada como una tajada de sandía para saciar la sed (tiene 90% de agua) y disfrutar del sabor dulce (tiene fructosa, una forma de azúcar). Pero este fruto es mucho más. Es rico en licopeno, el responsable del característico color rojo de la pulpa y un poderoso antioxidante.
“Este componente puede proteger a las células del daño de los radicales libres, sustancias de desecho, producto de la contaminación y la alimentación inadecuada (rica en grasas y azúcares)”, explica la nutricionista Ingrid Pérez. Por eso, añade, el licopeno es valorado como un aliado en la prevención de enfermedades crónicas, como el cáncer.
Descubre sus beneficios
Esta deliciosa fruta que abunda en el verano, aporta retinol y vitamina A. Estas sustancias fortalecen el sistema inmune, es decir, las defensas del cuerpo, detalla la nutricionista Ingrid Pérez.
Asimismo, depura el organismo. Por su alto contenido de agua, la sandía aumenta la frecuencia de la micción, facilitando la depuración del cuerpo, pues las toxinas son eliminadas a través de los riñones con la orina, refiere la nutricionista de Clínica Javier Prado, Karla Gutiérrez. El fruto de pulpa roja también aporta magnesio y potasio, minerales indispensables para el funcionamiento de huesos, nervios y músculos.
Otra propiedad de la sandía es su mínimo aporte calórico. Cada 100 g de esta fruta representan solo 20 calorías. Por eso, se recomienda a las personas que siguen un plan para perder peso, acota la nutricionista Karla Gutiérrez.
Consejo
La mejor forma de consumir esta fruta es fresca y entera. "Cuando la tomas en jugo, consumes mayor cantidad de la recomendada”, acota la nutricionista Ingrid Pérez.
La porción ideal
Los especialistas consultados aconsejan consumir sandía dos a tres veces por semana. La porción ideal (150 g) equivale a un plato plano de postre y representa unas 50 calorías, detalla la licenciada Ingrid Pérez.
Personas con diabetes
Aunque la sandía es recomendada para todos (los bebes pueden hacerlo desde los 9 meses), quienes presentan diabetes deben mesurar el consumo. Recordemos que la sandía tiene fructosa. Este tipo de azúcar natural presente en las frutas sube el nivel de la glucosa en la sangre, algo que ocurre fácilmente en diabéticos (porque tienen alterada la glucosa), afirma Karla Gutiérrez.