Quimioterapia es una palabra fuerte que durante años ha estado cargada de connotaciones negativas. Sabemos que es un tratamiento químico contra el cáncer gracias a sus efectos sobre las células anómalas. Sin embargo, no podemos evitar sentir cierto temor cuando la escuchamos.
Lo primero que hay que aclarar es que, gracias al avance de la ciencia, la quimioterapia ha logrado reducir considerablemente sus efectos secundarios. Recibir un tratamiento de quimioterapia ya no es lo que era hace una década. Por ello, hoy vamos a ocuparnos de desmontar 7 mitos que tienen que ver con este tratamiento.
MITO 1: Perderé todo mi cabello
La quimioterapia es un conjunto de medicinas químicas que se prescriben de acuerdo al tipo de cáncer del paciente y no todas causan pérdida de cabello. El efecto sobre las células de los folículos va a depender del tipo de tratamiento, su intensidad y su radio de acción en el cuerpo. El oncólogo podrá informar mejor al paciente sobre qué esperar respecto a la pérdida del cabello.
MITO 2: Si me han recetado quimioterapia es porque el cáncer está muy avanzado
La quimioterapia es apenas uno de los métodos para tratar el cáncer y se combina con otros como la cirugía o la radicación. El hecho de prescribir el tratamiento químico no es indicativo de ningún estadio particular de cáncer. De hecho, es muy usado como método para prevenir la aparición de nuevas células cancerígenas y disminuir el riesgo de recaídas.
MITO 3: Mi vida va a cambiar drásticamente
Actualmente, no hay ninguna razón médica para interrumpir las actividades normales del paciente a causa de la quimioterapia. Claramente, habrá al menos dos días luego del tratamiento en los que no se sentirá al 100% pero eso puede pasar a cualquiera por otras razones médicas distintas a la quimioterapia.
Los avances de la medicina han sido tan efectivos que los efectos colaterales de los químicos son más fáciles de llevar. El paciente no tiene por qué renunciar a su trabajo ni a sus rutinas regulares, solo estar consciente de que habrá algunos cambios los días de tratamiento, ser flexible para adaptar sus agendas y estar listo para seguir adelante cuando el “efecto quimio” desaparezca, porque la otra buena noticia es que no es permanente.
MITO 4: La quimioterapia va a enfermarme más
Absolutamente no. No hay ningún indicio científico de que el tratamiento le haga más daño al cuerpo que el cáncer si lo dejamos avanzar. Incluso las náuseas y los vómitos como efectos secundarios pueden prevenirse con tratamientos complementarios.
El síntoma de “estar enfermos” más fuerte que experimentan los pacientes en quimioterapia es la fatiga. Sentirse cansados como si acabaran de correr un maratón o librado una batalla es completamente normal y no es sinónimo de que están empeorando o adquiriendo otra enfermedad.
MITO 5: Es un tratamiento viejo
Si bien es cierto que hay tratamientos más novedosos como la inmunoterapia, la cual funciona usando el sistema inmune del paciente para que luche contra el cáncer, esta no ha funcionado en todos los tipos de cáncer. Es por ello que los médicos siguen confiando en la quimioterapia para detener la división de las células que causa el cáncer. Además, “quimioterapia” es el nombre general que se otorga a una serie de fármacos, y dentro de esta familia de medicamentos siguen apareciendo tratamientos nuevos, cada vez más específicos.
MITO 6: Un paciente que está recibiendo quimioterapia puede contaminar a otros
Los pacientes no se convierten en “tóxicos” mientras reciben quimioterapia. Es común que a algunos pacientes los “aíslen” en casa, en otras habitaciones, dispongan para ellos otros baños o incluso separen platos y cubiertos para su uso exclusivo. Esto no tiene sentido. El paciente puede mantener un estilo de vida regular, las únicas precauciones que su oncólogo va a recomendarle tienen que ver con la actividad sexual y la anticoncepción durante el tratamiento y sólo porque podría haber riesgos para el feto en caso de que hubiera embarazo, no porque haya posibilidad de “contagiar” o “transmitir” algo.
MITO 7: No vale la pena intentarla
Gracias a los avances en la quimioterapia cada vez más personas han sobrevivido al cáncer. A pesar de toda la inversión de tiempo y energía tanto del paciente como de sus familiares, y de los ajustes que deben hacer en sus rutinas durante el tratamiento, la quimioterapia ya no es la experiencia devastadora que era en el pasado.
Evidentemente, se trata de una decisión personal, pero en la lucha contra el cáncer, la quimioterapia sigue siendo una de las opciones más confiables por la cual los médicos siguen apostando.