martes, 22 de agosto de 2017

La lectura puede ser la clave que precisas para liberarte de la ansiedad

En la actualidad, miles de personas alrededor del mundo sufren ansiedad. En occidente, esta condición afecta sobre todo a las personas que habitan las ciudades y que llevan adelante ritmos de vida frenéticos: el estudio, el trabajo, los niños, la casa, el gimnasio, la dieta y un sinnúmero de aspectos más.


Sabemos, por otra parte, que el entorno (si bien puede afectarnos) no determina nuestro estado de ánimo ni nuestra forma de ver el mundo. Se trata en todo caso de una manera de conectarnos con él que, o nos beneficia, o (en pocas palabras) nos altera. En este sentido se empezó a difundir una práctica llamada «biblioterapia».

Esta disciplina está basada en obras escritas que combinan su contenido y su forma con la relación entre las personas. A la luz de estas nuevas terapias decidimos contarte cómo la lectura puede ser la clave que precisas para comenzar a transitar una vida sin ansiedad.

1. Nos brinda un camino para «perdernos» en otros mundos
Si pensamos en literatura, lo más probable es que la asociemos enseguida con «otros mundos». Cuanto más nos dejamos llevar por las frases escritas por los autores, más nos «alejamos» de este mundo o de lo que llamamos «la realidad».

Si bien este alejamiento suele ayudarnos a comprender de manera más integral «lo real», también es cierto que en el proceso dejamos ir aquellos pensamientos que nos abruman de la vida cotidiana. El acto simple de adentrarnos en un libro genera aperturas hacia otros universos.

Al momento de cerrar el libro, ya no nos sentimos tan atormentados como cuando lo comenzamos, sino que, en general, vivimos una sensación de tranquilidad. Experimentar otros mundos nos ayuda a relativizar el que habitamos (un proceso fantástico para aquellos que sufren ansiedad).

2. Nos ayuda a enraizar
Aunque parezca contradictorio, la lectura también nos ayuda a enraizar. Su material sólido, accesible, fiel y «libre de amenazas» puede representar para muchos un resguardo del ruido constante en el que solemos estar inmersos. Cuando todo se ve confuso y complicado, los libros nos ofrecen su cobijo en cualquier lugar y en cualquier momento.

3. Promueve la conexión con otros
Aquellos que sufren ansiedad suelen sentirse bastante solos. Los libros representan entonces una oportunidad magnífica de conexión con otros, quizá no directa o inmediata, pero sí tangible. Cuanto más conocemos sobre otras culturas, diferentes costumbres y distintas formas de vida, más logramos empatizar con el resto de los seres humanos. La literatura nos ayuda entonces a ver que nunca estamos solos, sino que formamos parte de un todo inconmensurable… y que ese todo está también en nosotros.

4. Puede practicarse como una meditación
No todos tienen por qué sentirse a gusto con prácticas como el yoga y la meditación tradicional. Muchos incluso suelen sentir una presión grande por lograr alcanzar determinado «estado» y, si piensan que no lo logran, tienden a experimentar un aumento de la ansiedad. Para aquellos que lo han probado todo y no están convencidos con estas prácticas ancestrales, la lectura representa un lugar seguro en el cual pueden resguardarse. No en vano en la antigua Grecia se decía que la lectura es el sitio donde se sana el alma.

La lectura puede ser entonces una herramienta magnífica para aquellos que padecen ansiedad. Cabe aclarar que no reemplaza un tratamiento de medicación en caso de que sea indicado ni sustituye tampoco otros tipos de terapias. La ficción aporta, en todo caso, una distancia saludable de nuestros problemas que puede ayudarnos a encontrar una perspectiva positiva y cierta flexibilidad respecto a la vida que llevamos adelante.