Las potenciales víctimas tienen como característica en común la presencia de carencias emocionales originadas en la niñez temprana.
Los peligros de la Internet están a la orden del día. No es raro escuchar, ver y leer noticias sobre niños y adolescentes captados por gente inescrupulosa que intenta aprovecharse de su ingenuidad a través de la web. La clave para evitar que sus hijos caigan en esos peligrosos es la supervisión constante. Liliana Tuñoque, psicóloga de la Clínica Internacional, comenta que la prevención es importante.
“Lo importante como papás es tener una supervisión sobre el uso de Internet en casa, supervisión de ver que hacen nuestros hijos en Internet. Esta debe ser de una manera constante y hecha por un adulto responsable. Para ello es recomendable la ubicación de la computadora, donde el hijo usa el Internet, esté en un lugar apto y visible”, comenta.
El riesgo de que los agresores se creen perfiles falsos es alto, por lo que se debe tener atención a los nuevos ingresos en las listas de amigos de nuestros hijos a través de las redes sociales.
“La supervisión tiene que implicar el yo poder tener acceso a la información que mi hijo maneja. En el caso de los niños, si los hijos tienen, por ejemplo Facebook, saber sus claves, para yo poder acceder y tener un control, un registro o un filtro de las personas que pueden estar dentro de sus contactos”, explica la especialista.
En el caso de los adolescentes y jóvenes, deben tener en cuenta algunas recomendaciones: Solo aceptar la invitación de amistad en las redes sociales de personas a las que conozca. Si por ejemplo reciben algún mensaje de alguna persona desconocida, inmediatamente hacerlo de conocimiento a sus papás.
Las potenciales víctimas tienen como características en común la presencia de carencias emocionales.
“Son niños emocionalmente inestables, inseguros, niños que necesitan mucha atención, cariño, con mucha carencia afectiva. Entonces, es una forma de buscar, a través de la Internet, del espacio cibernético, ese tiempo, cariño, afecto que no encuentran en su casa. Son niños que tienen esa característica de personalidad: son sensibles, muy sugestionables, manipulables, entonces la persona entra y llega a ese niño sin darse cuenta, muchas veces para hacer daño, lamentablemente”, dice.
Entra las señales de alerta que los niños y adolescentes deben tener en cuenta para preveer una situación de peligro en la Internet está el que piden demasiada información.
“Cuando les piden reunirse en un lugar determinado, cuando les piden fotos o cuando les preguntan más cosas personales. Esas ya son preguntas de que algo está pasando”, finaliza.