Dejar de fumar puede ser difícil, pero el primer paso para lograrlo es apagar tu último cigarro. Después de 20 minutos comienza a mejorar la presión arterial. Al día siguiente los pulmones comienzan a trabajar para eliminar las partículas acumuladas. Así vamos mejorando, por ejemplo, recién entre la segunda y décimo segunda semana la circulación y la tolerancia al ejercicio comienzan a mejorar. De 3 a 9 meses después la función pulmonar aumenta en 10% y disminuye la dificultad para respirar.
1 año después el riesgo de enfermedad cardíaca desciende a la mitad en comparación con un fumador. 10 años después desciende a la mitad el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Y recién 15 años después el riesgo de tener una enfermedad cardíaca es igual al de una persona que nunca ha fumado.
El camino es largo así que decídete por comenzar ahora. El último cigarro es el inicio. Sé parte de la Primera Generación sin Cigarro.