El cáncer de piel afecta a más de tres millones de personas cada año, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Se proyecta que esta cifra siga aumentando con el tiempo, en la medida en que el filtro de la atmósfera que nos protege de los rayos UV se encuentra cada vez más dañado. No obstante, los factores de riesgo que aumentan nuestra vulnerabilidad a esta enfermedad están bajo nuestro control. Esto significa que tenemos el poder absoluto de protegernos de este tipo de cáncer.
Consejos para evitar el cáncer de piel
1. Usa protector solar
Usa un protector solar con FPS de 15 o más todos los días. Ten en cuenta que cualquier bloqueador durará tan solo unas cuantas horas (como máximo tres) y es necesario retocarlo pasado ese lapso de tiempo.
2. Cuida tu alimentación
Si no eres de comer muchas verduras pero quieres evitar el cáncer de piel, será mejor que las empieces a incluir en tu dieta de todos los días. Las verduras de hoja oscura como el brócoli y la espinaca o las frutas cítricas como las naranjas y los pomelos contienen componentes que pueden reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
Los vegetales ricos en beta-caroteno, como la zanahoria, la calabaza, las batatas, los mangos y los duraznos, también son adecuados para prevenir el cáncer de piel.
3. Incluye nicotinamida
La nicotinamida es un derivado de la vitamina B3 y puede consumirse en forma de suplementos. Consumir una dosis de 500 mg de nicotinamida dos veces al día puede mejorar la reparación del ADN y evitar la aparición de carcinomas y queratosis actínica, de acuerdo a un estudio publicado en el New England Journal of Medicine.
4. Tratamientos con láser
Los tratamientos con láser ayudan a eliminar el daño de la piel y de las células precancerosas, y son adecuados para evitar que el cáncer se desarrolle, según Centers for Disease Control and Prevention. Son localizados y pueden tratar pequeñas zonas reduciendo las arrugas y disminuyendo las manchas oscuras. Puedes hacer esto si tu dermatólogo lo permite. No lo hagas por tu cuenta, sobre todo si te encuentras dentro de los grupos de riesgo o algún familiar ha padecido carcinoma o melanoma.
