En un mundo que es muchas veces aplastado por el peso de la apariencia, la pancita es tan solo percibida como un problema estético. Pero, antes que nada, es un problema de salud, en la medida en que nos hace más vulnerables a desarrollar enfermedades como el cáncer.
Cáncer de estómago
La obesidad aumenta los riesgos de cáncer de estómago por la inflamación crónica que genera en el estómago y su consiguiente irritación.
Cáncer de hígado
Al igual que el alcoholismo, la obesidad afecta el hígado y lo hace más vulnerable a la enfermedad conocida como hígado graso no alcohólico, que daña este órgano tanto como la cirrosis en las personas alcohólicas.
Cáncer de vesícula
La obesidad aumenta las probabilidades de tener cálculos biliares, que a su vez elevan las posibilidades de desarrollar cáncer.
Cáncer de páncreas
Otro de los problemas causados por la obesidad es la falla en la producción de insulina, que puede derivar en cáncer de páncreas.
Cáncer de útero y cáncer de mama
Las células grasas producen estrógenos y un exceso de ellos entre las personas que se encuentran en la posmenopausia puede provocar cáncer de útero, cáncer de mama y cáncer de ovarios.
Cáncer de tiroides
Según un estudio del Journal of International Medical Research, la obesidad provoca disfunciones hormonales. Asimismo, el aumento de peso incrementa el tamaño de la tiroides, lo que lleva a una mutación celular e inclusive al cáncer.