Son muchos los especialistas que creen que la mañana es el mejor momento para hacer popó. Después de un arduo trabajo durante la noche, el sistema digestivo está listo para evacuar apenas nos despertamos. Con esto en mente, la nutricionista Nanda Muller sugiere esta rutina para hacer de esta necesidad un hábito diario.
El ritual del popó
La especialista incorporó en su rutina este llamado «ritual del popó», que consiste en despertar siempre 1 hora antes para destinar todo ese tiempo a la evacuación.
Apenas despierta, la nutricionista toma un vaso con agua, que puede ser normal, con limón o con suplementos termogénicos o colágeno.
Bondades del agua
Es bueno beber agua en ayunas pues estimula la depuración interna del cuerpo, facilita la digestión y favorece el buen tránsito intestinal.
Posición más efectiva
Cuando el agua no sea suficiente para dar ese último empujón, la nutricionista recomienda quedarse de cuclillas. Como ella explica, sentarse derechos sobre el inodoro dificulta la salida de las heces y aumenta la tensión en el canal de salida.