Para que tu sueño sea de calidad fíjate en el tipo de alimentos que consumes antes de ir a la cama.
Un descanso nocturno pleno no solo consiste en dormir un promedio de ocho horas. En ocasiones nuestro descanso no es el adecuado porque ingerimos alimentos que nos mantienen en estado de alerta o porque cenamos muy tarde dificultando la digestión.
La calidad del sueño también puede ser alterada por el estrés, el insomnio (provocado por problemas emocionales como conflictos familiares y dificultades económicas) o la apnea (trastorno en el que la respiración se interrumpe o se vuelve muy superficial mientras se duerme), refiere la neuróloga Isabel Tagle.
- Los quesos curados, las salchichas y otros embutidos aportan tiramina, un aminoácido que regula la presión arterial y que, en ciertas personas, produce dolor de cabeza, explica la doctora Isabel Tagle.
- Evita la comida muy condimentada y picante, sobre todo en la cena, porque puede causar malestar estomacal (indigestión o reflujo gástrico), que impide dormir bien, refiere Tania Alfaro, nutricionista de la Clínica Internacional.
- Algunos alimentos tienen efecto estimulante, como el chocolate. El cacao contiene cafeína y teobromina (alcaloide), dos sustancias que activan el sistema nervioso, manteniéndote en estado de alerta, comenta la médico neuróloga Isabel Tagle.
- Toma media taza de manzanilla antes de ir a dormir. Te ayudará a conciliar el sueño, pues la flor de esta planta tiene sustancias [apigenina, luteolina y bisabolol] de efecto tranquilizante, apunta la doctora Isabel Tagle.
- Cenar muy tarde no es causa de pesadillas, asegura la médico neuróloga Isabel Tagle. "Las pesadillas suelen ocurrir en la segunda mitad de la noche. Puede afectar a personas de toda edad, pero por lo general son más frecuentes en la adultez, y las mujeres son las más afectadas", comenta.
- Si cenas tarde, quizá por razones laborales, opta por una dieta ligera como una crema de verduras, así dormirás bien, sugiere la nutricionista Tania Alfaro.
- Cena dos horas antes de acostarte para facilitar la digestión, pues el metabolismo del cuerpo es más lento por la noche. Obvia las carnes rojas, papas fritas, lechuga y brócoli por ser difíciles de asimilar, afirma la nutricionista Tania Alfaro.