Tú también conoces a alguien que come y come como si fuera el fin del mundo y no engorda. Puede ser el ADN o la genética, es cierto. Pero también puede ser su forma de alimentarse. Sea como sea, con estos cambios de hábitos te acercarás a tu objetivo.
1. La dieta de los colores
Una buena estrategia para llevar una dieta balanceada de forma sencilla es incluir, en todas las comidas, una fruta o verdura de color verde, rojo o naranja. Este consejo está en sintonía con la famosa dieta arcoíris que implica incluir alimentos de diferentes colores en cada plato.
2. Proteínas en el desayuno
Comenzar el día con proteínas es uno de los secretos para adelgazar de una forma fácil, como señala David Zinczenko —editor de Nutrición y Bienestar de ABC News— en su libro Zero Belly Breakfasts.
Casi todas las personas que han perdido 10 o más kilogramos de peso lo han hecho con desayunos basados en proteínas, indica el autor del libro. Las proteínas en el desayuno aceleran el metabolismo,potencian la saciedad y proporcionan más energías para el resto del día.
3. Más probióticos
Para perder peso y quemar grasas de forma natural, se necesita una buena salud intestinal; ordenar el organismo es el primer paso para obtener resultados. En esa línea, los alimentos probióticos son de gran utilidad.
Por un lado, regulan la salud gastrointestinal. Por otro, previenen la diarrea y favorecen la aparición de bacterias buenas en la flora intestinal (o microbiota). Los más recomendados son el yogur natural, el queso crudo, las aceitunas, el miso y la kombucha.
4. Los pequeños grandes gustos
Estás haciendo dieta. Te levantas y tienes un antojo terrible de chocolate. Pero resistes. No obstante, sabes que, tarde o temprano, cederás. Y cuando cedas, cederás mucho, te darás un atracón y la dieta quedará arruinada. Un clásico, ¿verdad?
Para evitar eso, date los gustos. ¿Quieres chocolate? Come. Con moderación, claro. Si todos los días te das un gusto sin abusar, evitarás los atracones y obtendrás un equilibrio mucho más beneficioso que simplemente limitarte y sufrir. ¿Conoces a alguien que come todo lo que quiere y no engorda? Presta atención y verás que, si bien come de todo, no se come todo.
5. Granos enteros
El grano es entero cuando conserva sus 3 partes: el germen, el salvado y el endospermo. Así, aporta carbohidratos, fibra dietética, vitamina B, antioxidantes, fitonutrientes y muchos minerales como el hierro, el zinc y el cobre.
Puedes encontrar granos enteros en la linaza, el maíz, el amaranto, la cebada y el arroz integral, entre otras opciones.
6. Más agua, menos bebidas azucaradas
Estas bombas de azúcar nada saludables no solo generan adicción, también disparan el apetito, favorecen la acumulación de grasas y enlentecen el metabolismo.
7. Nada de carnes por un día
Como señala Alexandra Miller, dietista de Medifast, «comer menos carne puede ayudar a controlar nuestro peso y protegernos de ciertos tipos de cáncer, diabetes y enfermedades cardíacas».
Por eso, puedes hacer el experimento de prescindir de la carne un día de la semana y aprovechar este descanso para explorar otras deliciosas fuentes alternativas de proteínas.
8. Salud mental fortalecida
El estrés, la ansiedad o la depresión suelen resultar en trastornos alimenticios. Por este motivo, cuidar la salud mental es imprescindible para disfrutar de un peso saludable.
Hacer yoga, respirar profundamente varias veces al día, cambiar hábitos dañinos, evitar las quejas o hacer terapia representan vuenas alternativas para fortalecer la salud mental.
Y si te sientes bien, no recurrirás a la comida como medicina.
9. Menos aceite
Existe la creencia de que las comidas procesadas, cuando dicen 0 % grasas trans, de verdad no tienen grasa. Pero si, las tienen, solo que en forma de aceite; este es grasa líquida y aporta casi 2000 calorías por taza. Los alimentos industrializados como hamburguesas, galletas, pizzas y snacks salados están repletos de aceite.
Para evitar estas trampas, es importante cocinar en casa. De esta manera, serás más autosuficiente y tendrás el control de tu alimentación en tus manos.
10. Estómago liviano por la noche
«Realmente te ayuda a perder peso». De acuerdo a Mitzi Dulan, autora del libro La dieta Pinterest. , «comer de noche es poco saludable y hace que adelgazar sea más difícil».
Dulan, que también es una de las nutricionistas del equipo de béisbol Kansas City Royals, sugiere dejar de comer a las 19:30 horas.
En resumen, todo se trata de llevar una dieta equilibrada. No comer poco, ni comer demasiado. No comer mal, ni dejar de darse los gustos.