En condiciones insalubres, los bañistas están expuestos a enfermedades, cuyos efectos no tardan en hacerse notar.
El verano es muy esperado por quienes disfrutan el pasar tiempo en la playa o las piscinas, pero ese popular entretenimiento puede atentar contra nuestra salud, si las medidas sanitarias no son las adecuadas.
De acuerdo a la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), entidad adscrita al Ministerio de Salud (Minsa), una playa para ser considerada saludable debe cumplir con tres condiciones:
1. Calidad de agua. Debe estar libre de bacterias y microorganismos.
2. Calidad de arena. La limpieza debe ser diaria y contar con tachos de basura.
3. Servicios higiénicos. Deben mantenerse limpios.
En condiciones insalubres, los bañistas están expuestos principalmente a sufrir diarreas, conjuntivitis o infecciones en la piel, señala el médico infectólogo Eduardo Gotuzzo.
Puede haber la presencia de organismos coliformes fecales, enterobacterias, shigellas, Escherichia coli, estafilococos y estreptococos. "El mar es el mayor receptor de los ríos, y los desagües se diluyen ahí. El basurero de las ciudades termina en el mar", señala Gotuzzo.
Las piscinas que no han sido aseadas adecuadamente, pueden estar contaminadas con la orina de la rata, y es posible contraer leptospirosis. Además, en esas condiciones, pueden albergar a las temidas amebas comecerebros.
Desde el punto de vista dermatológico, explica la dermatóloga de EsSalud Giuliana Nieta, el contacto con agua contaminada puede generar infecciones en la piel, irritación, inflamación y hongos.
En tanto que la arena expuesta a desechos o materia orgánica en descomposición, desencadena dermatitis, picazón, enrojecimiento y sobreinfección en la piel si se rasca indiscriminadamente.
La especialista recomienda enjuagarse el cuerpo antes de ingresar a la piscina o la playa; y hacer lo mismo al salir. "Los bañistas deben tomar consciencia y no orinar ni echar residuos de cerveza, porque contaminan".
La vista también está expuesta, puede ocurrir una conjuntivitis ante la exposición al cloro o a agua que no ha sido tratada. "Los lentes de natación son para disminuir los riesgos", aconseja el médico Abel Flores, del Instituto Nacional de Oftalmología (INO).
La salinidad del agua de mar puede causar irritación, pero es poco probable que infecte los ojos porque inhibe el crecimiento de bacterias.
De acuerdo a Flores, las conjuntivitis son sumamente contagiosas y se caracterizan por ojo rojo, lagrimeo, sensación de cuerpo extraño y molestia con la luz. El lavado de manos, el no compartir la toalla de baño o los cosméticos, evita el contagio.
Finalmente, los especialistas coinciden en recomendar que los bañistas estén informados acerca de los lugares que están aptos y saludables.