Fritos, poché, benedictinos, no importa cómo se presenten, los huevos son el alimento preferido de muchos porque son tan versátiles como deliciosos. Durante mucho tiempo tuvieron la reputación de ser perjudiciales para el corazón porque tienen grasas saturadas y colesterol. Sin embargo, un nuevo estudio indica que, en moderación, los huevos son grandes aliados para la salud.
Para realizar el estudio, publicado en el diario científico American Journal of Clinical Nutrition, los científicos siguieron a 128 personas con prediabetes o diabetes tipo II. Los voluntarios debían seguir una dieta rica en huevos (12 por semana) o consumir pocos (menos de dos por semana) durante tres meses. Después de un año de observarlos, los investigadores descubrieron que no había una diferencia en el colesterol, azúcar en la sangre o presión sanguínea (todos indicadores de riesgo cardiovascular) entre los dos grupos.
Vale la pena destacar que parte de este estudio fue financiado por la corporación de huevos de Australia, pero, a pesar de que este estudio no es del todo confiable, puedes comer un huevo por día sin preocuparte. «Un huevo grande tiene alrededor de 1.6 g de grasa saturada», explicó la nutricionista Amy Gorin en una entrevista con Prevention, eso representa tan solo el 1 % del consumo recomendado de grasas saturadas por día. Por supuesto, si tu dieta incluye muchos alimentos con grasas saturadas —como frituras, carne roja o lácteos— es mejor que no comas demasiado.
La clave siempre es la moderación. Los huevos tienen muchos beneficios para la salud y pueden ser parte de una dieta sana y variada.
Beneficios de los huevos
Entre algunos de los beneficios para la salud que trae consumir huevos se encuentran:
Son buenos para el cerebro: contienen colina, un nutriente esencial para la salud del cerebro; el cuerpo humano no produce suficiente y necesita conseguirlo a través de la dieta. Entre los alimentos con mayor cantidad de colina se encuentra el hígado y los huevos.
Protegen los ojos: tienen luteína y ceaxantina, los antioxidantes que se encuentran en las retinas humanas y que ayudan a filtrar las luces intensas y proteger las células del ojo. Según la Asociación Optométrica de América, estos antioxidantes puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades como cataratas y la degeneración macular. La mala noticia es que las personas no producen estos químicos, así que hace falta recibirlos a través de los alimentos, ¿las buenas? La espinaca y los huevos son fuentes naturales.
Son muy nutritivos: tienen proteína, que te puede hacer sentir satisfecho por más tiempo, pero además también son ricos en vitamina D, B, A, potasio y carotenoides, antioxidantes que ayudan a reducir los factores de riesgo cardiovascular.
Ayudan a perder peso: siempre y cuando la dieta sea saludable y equilibrada. Cambiar un desayuno cargado de harinas refinadas y azúcar por un simple plato de huevos revueltos puede ser más saludable y dejarte satisfecho por más tiempo, por lo que no sentirás necesidad de picar entre comidas.
No tienes por qué preocuparte por comer huevo todos los días, solo de cómo lo comes. Si lo consumes con hamburguesas y frituras, entonces ahí sí puede ser perjudicial para la salud, pero si lo consumes solo, o con unas verduras, en el desayuno, los beneficios pueden superar las desventajas. Puedes disfrutar de un buen huevo poché de vez en cuando, o uno frito sobre una tostada. Las posibilidades son infinitas, pero la clave es una sola: la moderación.