martes, 19 de septiembre de 2017

6 errores que te están haciendo subir de peso sin que te des cuenta

Existen costumbres que repetimos sin reparar en que, a la larga, están dañando nuestra alimentación.


No es ningún secreto que comer menos y caminar más nos llevará a estar más delgados y, en conjunto, más sanos. Pero, para estar en forma no basta con tener algunos hábitos saludables. También debemos eliminar aquellos que no lo son.

En su libro The Real Skinny: Appetite for Healths 101 Fat Habits, las nutricionistas Julie Upton y Katherine Brooking repasan los hábitos cotidianos que nos hacen engordar sin que nos demos cuenta. Se trata de costumbres bastante comunes que repetimos sin reparar en que, a la larga, están dañando nuestra alimentación. Estos son las más dañinos según las autoras:

Comes por aburrimiento. Muchas veces comemos de forma rutinaria, sin disfrutar el momento, ni pensar siquiera en lo que estamos ingiriendo. Otras veces comemos por aburrimiento o porque estamos deprimidos. Un ejercicio saludable para perder peso consiste en algo tan simple como pensar por qué comemos cuando comemos. Es lo que se conoce como “alimentación consciente”, una práctica que cada vez es más popular y efectiva. Como explican las especialistas: “Si abres la refrigeradora y te quedas mirando para ver qué te apetece comer es que no tienes hambre, solo has ido allí porque estás aburrido”.

Estás obsesionado con comer perfectamente. A la hora de enfrentarse a una dieta no tienes que ser demasiado intransigentes. Es mejor ser realista y seguir un régimen que se adapte a nuestro modo de vida, y que seamos capaces de cumplir. Aunque los resultados tarden en llegar, es mejor no amargar nuestra existencia con dietas demasiado restrictivas que, a la larga, seremos incapaces de seguir. Y sin un día nos saltamos la dieta, no debemos preocuparnos tanto.

No tienes compañeros que te apoyen. Es muy difícil perder peso si estamos rodeados de amigos y familiares a los que no les importa nuestro esfuerzo por adelgazar. A la hora de plantearse una dieta es decisivo pedir ayuda a la gente que nos rodea para que nos pongan las cosas más fáciles. Y si logramos ponernos a dieta junto a nuestra pareja, familia o algún amigo, mucho mejor.

Vas a restaurantes dos veces por semana. Según varios estudios, la gente que come en restaurantes más de dos veces por semana, gana más kilos al año que aquellos que comen fuera con menos frecuencia. Si quieres adelgazar es conveniente que comas en la calle solo en ocasiones especiales, y si no puedes evitar los restaurantes, trata de elegir platos más saludables.

Renuncias a tus comidas favoritas. Todos tenemos un plato favorito al que nos cuesta mucho renunciar. Si tu plato favorito es una ensalada, tienes suerte, pero si lo que te gusta son los macarrones con queso, tampoco tienes por qué renunciar a ellos. Las dietas no funcionan a largo plazo si restringimos por completo las comidas que más nos gustan. Es más sensato reducir su consumo.

Quieres ir demasiado rápido. Plantearse retos demasiado ambiciosos solo puede llevarnos a dos situaciones: el fracaso por no poder seguir el ritmo, o la consulta con el médico, por pasarnos de la raya. Perder peso es un proceso largo, y es mejor planteárselo sin un objetivo concreto, más allá de tener unos hábitos alimenticios más saludables.